ADIÓS AL VERANO

PRIMER DÍA DE TRABAJO “REAL”, la primera semana empecé en miércoles y terminé el viernes a las 14:00, y la segunda semana, la pasada, estuvo el martes que era fiesta ¿qué fiesta?.

Una muy importante en Catalunya, pues había paseando por el Paseo de Gracia 1 millón y medio de personas ¿por qué? Igual pensaban que verían a Joan Clos con su camiseta de tres tallas menos o a Carlinhos Brown con su movida de Samba y Salsa … ¡azúcar!. Iban todos con unas banderas muy raras ¿de qué equipo?, ni idea.

Yo aproveché para ir a Arles (Francia) y también vi a algunos que iban con las mismas banderas y gritaban “Sigur Rós”, el grupo que iba a ver. Pero desde luego no eran banderas del país de este grupo, Islandia, y además en Barcelona gritaban otro grupo: “Independencia” -debe ser un grupo catalán nuevo, pues no los conozco-

En fin que primer día de vuelta a la normalidad, con los niños ya en el cole, las terracitas que desaparecen, esas birras fresquitas, esas bravas, esos mojitos,… esa multitud paseando medio desnuda, esa alegría de “¡Que bien me lo estoy pasando!”. Se acabó todo… ADIÓS AL VERANO.

Y supongo que por esa cruda realidad hoy me he levantado muy tonto, más de lo normal ¿por qué? Me he metido en la ducha y enseguida me he dado cuenta –no había encendido el calentador-  ¿Cómo reaccionas? –los hombres lo descubrimos enseguida-, pero como soy muy macho he dicho “pa-lante” y con agua fría ¡qué gustirrinin!.

Pero la tontería no se ha congelado, ahí seguía conmigo. Me hago un café, enchufo el microondas, 1 minuto y… tachan, nada por aquí, nada por allá, -no había metido la leche-. Cojo el azúcar y… ¡lo meto en la nevera! ¿Alguien sabe que pasa si la dejas ahí? ¿Se convierte en sal?, suerte que al devolver la leche a su sitio la he visto.

Menos mal que luego “sólo” he tardado una hora y media en llegar a la oficina –un trayecto de no más de 20 minutos- parece ser que algunos del millón y medio seguían paseando por Barcelona.